Tecnología aplicada a Compliance, ¿es posible?
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1/3/2023
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7 min
El ROA (Retorno sobre los Activos) y el ROE (Retorno sobre el Patrimonio) son ratios de rentabilidad, que relacionan elementos del Estado de Resultados de una empresa con elementos del Balance de Situación de Cuentas a una fecha de corte, a los fines de obtener indicadores relacionados con el beneficio que otorga la empresa a sus inversores.
El ROA es el ratio de retorno sobre los activos, que relaciona el EBIT, o resultado operativo antes de intereses e impuestos, con el total del Activo de la empresa.
En este ratio, el EBIT representa la cantidad de unidades monetarias que permanecen en la empresa, cuando los gastos totales de explotación son deducidos de los ingresos totales de la empresa, directamente derivados de sus propias actividades principales, incluyendo la detracción de depreciaciones y amortizaciones, todo ello antes de pagar intereses o gastos financieros y tributos o impuestos.
La cifra de los beneficios de explotación, es decir el EBIT, es comparada con la cifra del activo total del Balance a la misma fecha. El porcentaje entre los dos valores da lugar a la tasa de las ganancias obtenidas por el activo total.
El ROA puede definirse entonces como las unidades monetarias ganadas por cada unidad monetaria de inversión realizada en la empresa, por lo tanto, este ratio mide la eficiencia del management al utilizar todos los activos en la empresa para generar los beneficios de explotación.
El ROA tiene como objetivo conocer la capacidad de remunerar a la totalidad de los activos invertidos en la actividad empresarial.
Para calcular el ROA existe una sencilla fórmula, que relaciona el EBIT con el activo total. La podemos ver a continuación.
ROA = EBIT / Activo Total
El valor ideal del ROA debe ser superior al 5% para demostrar viabilidad empresarial.
El ROE es el ratio de retorno sobre el patrimonio, que relaciona el beneficio neto o resultado del ejercicio actual, con el total del patrimonio neto de la empresa, es decir, con su capital, más reservas, más resultados de ejercicios anteriores y resultados del ejercicio actual.
Al ROE también se lo denomina ratio de rentabilidad financiera, pues relaciona el comportamiento de varios factores, y muestra el rendimiento de los capitales propios.
El ROE tiene como objetivo la medición de la capacidad de la empresa para remunerar a sus propietarios o accionistas.
Para los inversores, el ROE representa el coste de oportunidad de los fondos que mantienen invertidos en la empresa y posibilita la comparación, al menos al inicio, con los rendimientos que pueden obtener en otras inversiones alternativas.
El ROE es uno de los ratios más importantes en las finanzas corporativas, porque permite comparar rentabilidades, independientemente del sector o jurisdicción en la que opera la empresa.
Para poder calcular el ROE existe una sencilla fórmula, que podemos ver a continuación.
ROE = Beneficio Neto / Patrimonio Neto
El valor del ROE obtenido se compara con el valor del ROE proyectado por los inversores o se compara con el valor del ROE de otros proyectos, para analizar costes de oportunidad de las inversiones.
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La rentabilidad financiera o ROE para su maximización, dependerá de un aumento en el beneficio neto y de una menor aportación de capital y resultados, es decir, fondos propios de la empresa.
Sin embargo, el beneficio neto depende básicamente de la generación de EBIT que tenga la empresa, esto permite llegar a la conclusión de que la maximización del ROE depende a su vez del aumento de la rentabilidad económica y de la estructura de financiación.
Es fundamental utilizar el ROA y el ROE para evaluar la situación real de rentabilidad de la empresa. La comparación de estos dos indicadores determinará la estructura financiera óptima para el crecimiento de la empresa.
El efecto apalancamiento financiero es el resultado de la relación entre las fuentes de financiación, propias y ajenas, y el efecto que produce en el resultado de la empresa. El management debería considerar una gestión activa del apalancamiento financiero, dado el efecto que el mismo representa en la rentabilidad financiera o ROE de los accionistas o propietarios.
El efecto apalancamiento financiero consiste en observar la diferencia entre el ROE y el ROA para la toma de decisiones eficientes. El resultado puede ser:
- Positivo: ROE superior al ROA. En este caso, parte del activo se ha financiado con deuda, logrando de esta forma, un crecimiento en la rentabilidad financiera.
- Nulo o Cero: ROE igual al ROA. En este caso, la empresa no tiene deudas, porque todos los activos están financiados con fondos propios, ya sea capital aportado por sus propietarios como rentabilidad obtenida por la empresa.
- Negativo: ROE inferior al ROA. En este caso, el coste medio de la deuda es superior a la rentabilidad económica que obtiene la empresa.
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