Pasivo corriente y no corriente. Qué son y diferencias
Te contamos todo sobre los pasivos corrientes y no corrientes de una empresa, y sus principales diferencias. No te lo pierdas.
1/3/2023
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7 min
El ratio de solvencia es la relación entre los activos y pasivos totales de la empresa. Este ratio financiero responde a la pregunta… ¿la empresa puede pagar hoy mismo todas sus deudas con terceros, con los bienes y derechos que posee?
En líneas generales, el ratio de solvencia corresponde a la relación entre el activo total de la empresa y el pasivo total de ésta, es decir, mide la capacidad de la empresa para hacer frente a deudas en el largo plazo.
El proceso de evaluación de la solvencia a largo plazo, es diferente de la evaluación de liquidez a corto plazo, tanto por el horizonte temporal como por las variables básicas que se utilizan. Mientras que el análisis de corto plazo se centra en la liquidez, el largo plazo se centra en el resultado como elemento fundamental para la generación de solvencia y liquidez de largo plazo.
La empresa es solvente cuando puede cancelar el total de sus obligaciones con terceros con la totalidad o menos de sus bienes y derechos.
Existen fórmulas más complejas y otras simples, pero en líneas generales, el cálculo del ratio de solvencia se realiza del siguiente modo:
Solvencia = Activo Total / Pasivo Total
Desagregando la fórmula:
Solvencia = (Activo Corriente + Activo No Corriente) / (Pasivo Corriente + Pasivo No Corriente)
Para la interpretación del ratio de solvencia es necesario pensar en lo siguiente: ¿qué pasaría si la empresa decide cerrar hoy?, ¿puede pagar todas sus deudas con terceros? O dicho de otra manera, si la empresa decide desendeudarse con terceros, ¿le alcanzan la totalidad de sus activos para pagar la deuda?
El valor ideal u óptimo del ratio de solvencia es un resultado con valor entre 1 y 2, es decir, que el activo total supere al pasivo total de la empresa, pero no más del doble.
Si el valor del ratio de solvencia es menor a 1, la empresa no tiene capacidad de cancelar la totalidad de las deudas con terceros con la totalidad del activo. Es decir que, a largo plazo, lo que hoy es un problema de solvencia, puede convertirse en un problema de liquidez.
Si el valor del ratio de solvencia es mayor a 2, la empresa tiene un exceso de recursos desaprovechados. Podría aumentar su capacidad instalada, incursionar en nuevos mercados, distribuir utilidades, entre otras actividades para aprovechar los recursos disponibles.
Junto con la fórmula simple de solvencia, se evalúa también el ratio de inmovilizado material de la empresa, para evaluar cuántos activos de difícil conversión en efectivo posee la empresa. Si bien constituye un respaldo o garantía importante tener inmuebles y vehículos, por ejemplo, no es posible convertirlos en efectivo o su equivalente de inmediato.
Inmovilizado = Activo no corriente o fijo / Activo Total
El ideal es que el inmovilizado no sea superior a 0,5, es decir, que el activo fijo no corresponda a más del 50% del activo total, pero esto depende del giro del negocio, de las necesidades operativas, entre otras.
Los ratios financieros son útiles para la toma de decisiones eficientes y oportunas por parte de los stakeholders, al igual que las técnicas de análisis horizontal y vertical de Estados Financieros.
Específicamente, el ratio de solvencia es de suma utilidad en el análisis de gestión de riesgos de terceras partes. Por ejemplo:
De este modo, es posible concluir que el análisis del ratio de solvencia en particular, brinda información valiosa para la toma de decisiones de terceras partes.
Cuando se debe abordar un análisis KYC o Due Diligence desde la empresa hacia terceros, solicitar información sobre la solvencia de ese tercero, brindará una seguridad razonable en el cobro de los derechos que adquiramos sobre ese tercero, por ejemplo: grandes clientes.
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